Carlos Dorado, Por todo lo que he visto y aprendido de Frida Kahlo, creo que estoy ante una mujer grande, imparable; y que además me hace pensar que ese legado suyo nos va a seguir sorprendiendo, y que todavía hay mucho por descubrir allí.
CARLOS DORADO / GLOBOMIAMI
jueves 12 Enero del 2021.
Desde que conocí el legado de Frida Kahlo y fui profundizando en toda su iconografía, sentí que muchas partes de su vida y la forma que tuvo de afrontarlas representarían el espejo en el que muchas personas se verían reflejadas.
Creo que si alguien -dadas sus circunstancias de vida- pudo expresar mejor esta frase: “Soy ave, soy todo. Sin más turbación”; tuvo que ser Frida Kahlo. Ello, me hizo pensar que esta icónica mujer no solo traspasaría fronteras, sino que también trascendería en muchas generaciones.
Debió de ser una mujer totalmente rompedora para sus tiempos, dejando una huella que sigue estando viva y presente en muchas personas que se identifican con ese estilo de vida, donde lo establecido como reglas o normas encorsetadas, no encaja con los patrones de vida que se necesitan para ser feliz; por ello, también pienso que para esa época de mediados del siglo XIX, la frase: “¿Qué haría yo sin lo absurdo y lo fugaz?”, tuvo que ser propia de alguien como Frida Kahlo, quien vivió su vida al máximo, y de la manera que ella quiso, con la pasión que la caracterizaba a la hora de hacer algo. Quizás en el fondo, yo tengo algo o mucho de ella.
