La consolidación de una nueva fase del capitalismo

Paula Giménez y Matías Caciabue

Nos hemos acostumbrado a escuchar, a través de nuestras múltiples pantallas, que los grandes millonarios afirman que el mundo cambió para siempre. Bill Gates, fundador de Microsoft,  predice para 2022 reuniones a través de “avatares digitales en espacios 3D”. Marck Zuckerberg, CEO de Facebook, presenta Metaverse, un conglomerado de servicios digitales cuyo desarrollo implicará una “internet encarnada”.

También Elon Musk, el CEO de Tesla y SpaceX, proyecta una “ciudad del futuro, Starbase, desde donde viajar a Marte”, mientras Larry Fink, el CEO del poderoso Fondo Financiero de Inversión Global BlackRock, nos advierte que el cambio climático traerá una “remodelación fundamental de las finanzas”.

¿Hacia dónde están yendo? ¿Qué vinculación existe entre la nueva era digital y las finanzas? ¿Por qué el cambio climático es una variable en juego?

Hace años, los capitales que controlan el sistema económico a nivel mundial, vienen impulsando un proceso de digitalización y financiarización de la economía. La crisis de 2008 puso en evidencia los niveles de concentración y centralización del capital a nivel mundial en un puñado de bancos y fondos de inversión, controlantes de la red financiera transnacional.

Esos mismos actores financieros han apostado por “industrias intensivas en conocimiento” desatando la denominada cuarta revolución industrial. Todo esto se aceleró con el aislamiento producto de la pandemia por Covid-19. A partir de allí, la mayoría de nuestras relaciones (económicas, políticas y sociales) pasaron a estar mediadas por la virtualidad.

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