Soy orgullosamente de Nezahualcóyotl, eso me hace sentir muy bien, porque me gustaría ser un ejemplo para los vecinos de que se puede en esta vida y sobre todo para que hagan deporte y cumplan sus sueños
#Historias que inspiran.Programa que forma parte de Italbank Internacional, dentro de su proyecto de responsabilidad social. Carlos Dorado: Presidente de Italbank Internacional.
OBSERVADOR LATINO 24-02 -2022
Su nombre proviene del griego y representa sabiduría. Fiel, apasionada y comprometida, esta mexicana de personalidad noble a sus 19 años transita un camino que le guiará a la cima de sus propósitos: Sofía Ramos Rodríguez le regaló a su país en agosto pasado la medalla de oro en el Mundial Sub 20 de Atletismo en los 10 kilómetros en marcha, y ahora con mucha energía busca superar sus propias marcas, la de la vida.
La joven atleta se crio en Nezahualcóyotl, una localidad al oriente de Ciudad de México o «Las casitas de las vías», donde las viviendas son de cartón y madera. Desde allí, junto a sus orgullosos padres y dos hermanos, supo que podía alcanzar lo inimaginable y bajo ese concepto, hoy trabaja por lograr cada propósito.
Su historia ha sido ejemplo de superación y orgullo para quienes hoy valoran todo el esfuerzo que ha realizado para alcanzar sus metas.
Sofía vive donde mismo con su hermosa y generosa familia, pero además con sus sinceros vecinos, quienes siempre la saludan y están al pendiente de sus entrenamientos y de sus próximas competencias. «Me satisface ser un ejemplo para los niños de mi calle. Me gustaría que sus papás los apoyaran para poder hacer deporte», contó.
Rendirse está lejos de formar parte del día a día de Sofía, quien a pesar de todas las adversidades presentadas trata siempre de salir adelante.
Aunque desde niña practicaba deportes, fue a los 11 años cuando su mamá la incorporó a la marcha, disciplina del atletismo que le permitió caminar rápido, pero con pasos firmes y seguros… Y aunque no le gustaba, se arriesgó y experimentó.
Una experiencia, un momento
Caminos de tierra o las vías del tren que pasan cerca de su casa en la Localidad 17 de Junio, se convirtieron en las primeras pistas de entrenamiento de Sofía.
Desde allí, dio una gran caminata a Nairobi, Kenia, donde obtuvo una marca de 46:23:01 minutos que la llevó a colgarse el oro, gracias al esfuerzo también de su familia que costeó el viaje a África, a pesar de no contar con los recursos necesarios: vendieron productos, quitaron préstamos y empeñaron algunas pertenencias.
«Durante la pandemia estuve vendiendo ropa y comida para poder llevar a cabo mis sueños, me ayudó bastante, ya que con esos cubría mis gastos para poder entrenar», contó al Observador Latino.
Cuando ganó el oro se sintió feliz, «me sentí en un sueño, no me la creía, pero cada esfuerzo que había hecho valió la pena. Me sentí feliz por me iba a subir a lo más alto del podium y se iba a escuchar mi himno nacional en otro país. Lo primero que hice fue llamar a mi mamá para decirle que gane».
Para recorrer los 14.998 km que hay entre México y Kenia, Sofía y su familia vencieron todos los obstáculos.
«Fue duro, fueron varios meses de trabajo, primero para dar la marca y poder asistir, en segundo hacer varios campamentos de aclimatación para poder estar al nivel en la competencia. Fueron varios días duros en los terminaba cansada, pero cada esfuerzo valió la pena», dijo emocionada desde su hogar.
Sofía está hoy en el lugar 54 de la Marcha atlética femenina de 20 km y en el puesto 3272 de la Clasificación general femenina, según Worldathletics.
Uno de sus sueños es ir a los Juegos Olímpicos París 2024 y luchará porque la veamos ahí en representación de México. «Mi mayor sueño es estar en unos juegos olímpicos y tráele una medalla a mi mamá», manifestó.
Cada competencia es un aprendizaje para Sofía. «No siempre salen las cosas bien en entrenamientos y competencias. De los errores que voy cometiendo trato de corregirlos y así aprender cada día más, sobre todo nuestro entrenador nos enseña muchas cosas que él ya vivió«, recordó.
Su mayor reto fue superar las adversidades para llegar al mundial, porque por un momento pensó que no iba a lograrlo, pero ocurrió todo lo contrario.
Actualmente, quiere continuar el ciclo olímpico como los Centroamericanos y Panamericanos para en 2024 estar en París.
Sofía en el año 2016 ganó la primera Olimpiada Nacional e ingresó al Centro Nacional de Desarrollo de Talentos Deportivos y Alto Rendimiento (CNAR), pero este cerró cuando comenzó el coronavirus.
«Soy una niña como cualquier otra, con sueños y con ganas de salir adelante, con muchas ganas de superarme. Desde chiquita siempre fui una niña dedicada a lo que me gusta. No fue fácil llegar al mundial en todos los aspectos, pero con ayuda de mi familia y mi equipo multidisciplinario se logró. Creo que lo que más me gustó del ganar el mundial fue que soy un ejemplo para muchas jóvenes por cumplir sus sueños»: Sofía