Carlos Dorado: «no con la rapidez que algunas personas consideran, pues el público de una cierta edad tiene unos hábitos difíciles de erradicar por completo»
CARLOS DORADO/OBSERVADOR LATINO
NOVIEMBRE 2021-11-21
La pandemia de covid-19 trastocó todos los sectores productivos en el mundo e impulsó la expansión del comercio electrónico que en algún momento sustituirá las transacciones desarrolladas cara a cara, pero «no con la rapidez que algunas personas consideran, pues el público de una cierta edad tiene unos hábitos difíciles de erradicar por completo», aseguró Carlos Dorado, presidente de Italbank y vicepresidente de Italcambio.
Según la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), las ventas retail de órdenes por correo o internet aumentaron 30 % en Europa a principios de la crisis sanitaria, sin embargo, no todos los empresarios se han beneficiado de este boom.
En Estados Unidos, el comercio electrónico tuvo un alza de 16,1 % durante el primer y segundo trimestre del año pasado y en el Reino Unido hubo un leve incremento de 17,3 % a 20,3 % entre el primer trimestre de 2018 y 2020. Este comportamiento fue muy similar en Corea, cuyas transacciones de servicios de compra de comida registraron 66,3 %, seguido de los artículos para el hogar (48 %), y de alimentos y bebidas (46,7 %), dejando a un lado aquellos relacionados con la cultura, ocio, viaje o transporte.
Esas cifras demuestran que el e-commerce se impone en tiempos turbulentos y el comercio tradicional desaparecerá a medida que su público se adapte a las nuevas oportunidades del mercado. Sin embargo, será viable además cuando «los nacidos en la época de la tecnología aplicada a las finanzas vayan siendo consumistas», indicó Carlos Dorado.
La tecnología elimina las barreras físicas
Las compras en línea crecen a un ritmo del 30 % anual, mientras aquellas realizadas en tiendas física decrecen, siendo «una tendencia irreversible», explicó Carlos Dorado, presidente de Italbank y vicepresidente de Italcambio.
Advirtió que siempre existirán sectores que por sus características, no podrán ser sustituidos por el comercio electrónico, «pero serán pocos», dijo. «Siempre habrá una parte pequeña de la población que prefiere lo tradicional, y seguirá yendo físicamente a las tiendas».
Eso se refleja en los locales comerciales, que eran una inversión segura para alquilar y se recibía una renta. Cada día, a excepción de las zonas emblemáticas, el precio de los locales ha ido disminuido, e inclusive en algunas ciudades, los están transformando en vivienda.
-Si nos quedamos con el comercio electrónico, ¿cómo debería ser el control para evitar la evasión fiscal?
-Desde el punto de vista fiscal, el comercio electrónico es más transparente y por consiguiente más fácil de controlar y supervisar que el comercio tradicional. El único problema es que la tecnología elimina las barreras físicas, o sea las fronteras, por lo cual, lo importante es que se regule el origen y el destino. ¿Qué quiero decir? Debe regularse donde la empresa electrónica tiene su origen, y donde el consumidor final lo usa, y exigirle a estas para que puedan operar la data necesaria que le garantice a la autoridad reguladora la transparencia de las transacciones.
-¿Cómo debemos prepararnos para el futuro?
-A nivel individual todavía hay tiempo, a nivel general social no lo veo tan claro. ¿A qué me refiero? Que hoy con el uso de la tecnología la gran mayoría de la población accede a la educación y formación a un costo muy bajo. ¡No hay disculpas! Pero, por otro lado, ya un título, un trabajo, una profesión ya no son para toda la vida. Por lo cual hay que estar preparándose todo el tiempo, reinventándose continuamente, y con un gran poder de adaptación a lo nuevo si queremos sobrevivir.
A nivel global, tienden a crecer y hacerse cada día más grande las corporaciones de élite, las cuales cuentan con recursos ilimitados, lo mejor en tecnología, que les otorga una ventaja, que será muy difícil encontrar oportunidades para la gran mayoría. ¡No deberíamos caer como sociedad en una dictadura de elites! Aquí está el gran reto social de la humanidad.