Carlos Dorado cuenta en qué impacta el cambio climático en el PIB global

En las últimas décadas ha habido una cultura de crear, utilizar y botar, llegando al absurdo de que el 90% de lo que se utiliza, solo se hace una vez y después termina como basura; aunado a un consumismo cortoplacista que se satisface con nada, aseguró Carlos Dorado.

Carlos Dorado

OBSERVADOR LATINO/ Enero, 15-2022

El Producto Interno Bruto (PIB) en el mundo tendrá un importante retroceso en caso de que no se tomen medidas contra el cambio climático, advirtió la reaseguradora suiza Swiss Re. Sobre este tema, Carlos Dorado, presidente de Italbank y vicepresidente de Italcambio, reflexionó.

El estudio realizado en 48 principales economías globales que contabilizan el 90% del PIB se realizó con un test de estrés en función de cuatro posibles realidades, con caída del 18% en el escenario más pesimista y del 4% en el más optimista.

Indonesia, Malasia, Filipinas, India y Tailandia son los cinco países que muestran economías más vulnerables ante el cambio climático.

A estas naciones se les une China en la posición 41, que podría registrar una baja del PIB en un 24%, con alzas en temperatura sobre los 3 grados.

Otros países que fueron incluidos son Argentina (28ª), México (29ª) y Chile (36ª), cuyas economías están situadas en los primeros lugares; además de Brasil (38ª), Perú (40ª), Colombia (42ª) y Venezuela (43ª) en posiciones peores.

La agencia de noticias EFE reseñó que el informe pronostica un desplome en el PIB de Estados Unidos, Canadá y Reino Unido.

Sin fecha establecida

En ObservadorLatino, sobre el impacto del cambio climático en el PIB mundial, conocimos la opinión de Carlos Dorado, presidente de Italbank y vicepresidente de Italcambio, quien recordó que el problema del medio ambiente es que no tiene una fecha definida cuando vaya a ocurrir una catástrofe.

Se trata como el cuento de la rana, comparó, «la cual si se pone en una sartén hirviendo, salta inmediatamente, pero si se pone en una fría, se va calentando gradualmente. Llega un momento en el cual la rana está cocinada y no se dio cuenta».

Si se analizan las estimaciones, para el 2050 habrá una pérdida del 10% del valor económico, en caso de que no se tomen en cuenta las medidas oportunas contra el cambio climático.

«Inmediatamente, se piensa que el 2050 está muy lejos y que habrá tiempos para eso, ahí está el grave problema. Esto es un maratón, donde hay que crear conciencia en la gente, en las empresas, pero sobre todo en los grandes contaminadores de la tierra, que van a seguir con sus práctica para no afectar sus economías. O sea, pan para hoy hambre para mañana», reflexionó Carlos Dorado.

-¿Qué efectos tiene el calentamiento global en la economía?

-Lo dramático es que la tierra, hasta los momentos, es la única casa que tenemos para habitar, y si nos quedamos sin ella no habrá alternativa.

De nuevo, la amenaza es a muy largo plazo, y por eso no le damos la importancia que tiene, pero por ser a tan largo plazo, la solución tampoco es a corto plazo, debe ser implementada y seguida en el tiempo para lograr el gran objetivo fijado en la reunión de París sobre cambio climático: tener cero emisiones en el 2050. Es un maratón que estamos tardando en recorrerlo

-¿Es necesario promover la responsabilidad social empresarial?

-Lamentablemente, este problema no es de uno solo, y menos aún se soluciona solo.

Hay que crear conciencia a todos los niveles, ya que es interés de todos. Pero no solo crear conciencia, sino establecer la acción, donde cada uno en menor o mayor grado tiene sus responsabilidades y obligaciones. Aquí el problema a resolver es: ¿Qué hacer con los países más contaminadores, que no toman ninguna o muy poca acción? ¿Tenemos los mecanismos para obligarlos? No estamos hablando desde el punto de vista bélico, sino desde un punto de vista económico.

Es aquí precisamente, donde los individuos y los países pueden jugar un gran papel de auditores de esas obligaciones al castigar a los infractores, donde más le duele en lo económico: no comprando ni permitiendo la importación y comercialización de esos productos. Pero hasta ahora, todavía sigue siendo incipiente y utópico.

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