La travesía de los inmigrantes, incluso, en primera persona. Cambiar de hogar, cambiar de país, de eso habla Carlos Dorado, en uno de sus libros
«El cura de mi pueblo quiere arreglar la iglesia», «A la madre que me parió», Cartas a un hijo» (2014) y Querer volver (2017), cuatro obras reflexivas y aleccionadoras del empresario y economista Carlos Dorado, disponibles en su página web.
Con él, hablamos sobre sus textos que permiten comprender la vida desde lo justo, lo directo, basada en valores y en experiencias que marcaron la vida de sus protagonistas.
Los contenidos literarios se muestran de una forma digerible para todos los lectores, quienes también pueden escuchar la versión de estas piezas extraordinarias.
1. «El cura de mi pueblo quiere arreglar la iglesia»
Aquí, encontrará una historia particular, muy bella, en la que uno de sus protagonistas, Don Justo, el padre del pueblo y con una gran vocación por ayudar a las personas, siempre le pedía a Carlos Dorado, ayuda para reparar la iglesia, cada verano que regresaba.
Pero, en algún momento, le dijo: «Don Justo, vamos a hacer una cosa, estoy publicando un libro y los derechos que se obtengan del mismo van para que usted termine de arreglar la iglesia. Me dijo: ‘Carlos, te lo agradezco y rezaré todos los días para que vendas muchos‘».
Las oraciones del padre fueron efectivas y el libro tuvo buenas ventas. De allí, que la promesa se cumplió y los ajustes a la estructura se realizaron. «Para orgullo de Don Justo, casi compite con la catedral de Santiago de Compostela«, recordó Carlos Dorado.
-Fue una gran satisfacción, no solo por haber sido el primer libro que escribía, sino por el hecho de que los fondos de este hicieron que mi pueblo tenga una iglesia realmente hermosa. Hoy en día, cada vez que vuelvo a leerlo, lo encuentro más vigente que nunca, porque los principios y valores jamás deberían pasar de moda. Recuerdo, que el mejor cumplido que me hicieron sobre este libro, fue una señora que regresaba del mercado, me reconoció y me dijo: «Carlos, leí tu libro y me sentí tan identificada, que me pareció que lo había escrito yo«.
2. «A la madre que me parió»
Se trata de una obra crítica, escrita con rabia, con impotencia, viendo y analizando un país que estaba decayendo, que estaba retorciéndose, dice Carlos Dorado. «Un país que me duele tremendamente, porque llegué de pequeño con mis padres, escapando de la pobreza, y ha sido muy generoso conmigo, dándome una educación y unos estudios, y la oportunidad de formarme empresarialmente«.
Esa impotencia nace del hecho de que «tenemos un país con la mayor potencialidad del mundo, en el sector turístico, con 11 de 13 ecosistemas, con un potencial en el sector minero, petrolero. Vivimos en un eterno ensayo y error».
3. «Querer volver»
La travesía de los inmigrantes, incluso, en primera persona. Cambiar de hogar, cambiar de país, de eso habla Carlos Dorado.
«Es un libro que lo escribí con el corazón, con la propia experiencia, donde nadie me tiene que contar la película del emigrante, sus ilusiones, sus dificultades, su morriña, sus esfuerzos por lograr un futuro mejor», dijo. «Nadie me la tiene que contar, porque yo he sido protagonista, en primera persona».
Recordó que se debe ser valiente para dejar la tierra donde se nació, alejarse de los amigos, de las costumbres, del entorno, con el fin de buscar un mejor futuro.
«Yo admiré mucho a mis padres, por esa valentía que tuvieron al sacrificar muchas cosas, solo para tratar de darme un futuro mejor», señaló Carlos Dorado.
Este libro lo escribió, justo cuando Venezuela pasaba de ser un país de inmigrantes a uno de emigrantes.
«Quise plasmar esas historias, esas vivencias, esas ilusiones, esos sufrimientos, esos sueños, con toda la experiencia que en ese campo tengo por haber sido yo también un emigrante. Hay partes donde tenía que parar de escribir, porque los recuerdos me ponían melancólico. Sé que muchísimos lectores sintieron también que ese libro lo escribieron ellos, y eso es siempre lo que uno busca cuando se escribe: que el lector se siente el autor», manifestó.
4. «Cartas a un hijo»
El último libro, por ahora, de Carlos Dorado, un apasionado de la lectura y el arte de escribir.
«Ese proceso de sentarse delante de una computadora y preguntarse: ¿De qué escribo?, y después de varios intentos, vas viendo como a costa de escribir y borrar, va poco a poco tomando cuerpo. Es un proceso creativo, fascinante, y una afición que quisiera que me acompañase toda la vida», aseguró.
En «Cartas a un hijo», le escribe a sus hijos sobre sus experiencias en la vida, sus principios y valores, sobre reflexiones.
«Como dice el libro: Reflexiones de un padre, inspirado en sus padres con un poco de sentido común. Mis padres eran gente humilde, con una cultura limitada, pero de una gran sabiduría e inteligencia natural. Pero sobre todo con unos principios y valores muy fuertes e innegociables. Un gran activo para los tiempos que corren», recordó Carlos Dorado.
Fueron ellos los que «me inspiraron a escribirlo, porque al final del camino te vas dando cuenta que las cosas más sencillas son las más sabias. Sobre todo en los tiempos actuales, donde hay tanta superficialidad, tan pocos valores; y donde la felicidad se deja en manos de un consumismo desaforado, al tratar de aparentar lo que no se es, de buscar la felicidad afuera, cuando hay que buscarla adentro de uno. Es un libro de reflexión, que todo padre que pise los 60 debería escribirle a sus hijos».